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lunes, 19 de febrero de 2018

CON MIRADA CÁLIDA (a mi alma gemela)

Con mirada cálida,
suplicabas un grito de esperanza,
anegado en tu soledad interna.

Un brillo helado traspasó tu rostro,
convirtiendo tus facciones,
en cera estatuaria,
y algo en mí,
se desgarró por dentro.

Quise llorar...
Ni una lágrima,
resbaló por mi rostro.

Quise quedarme...
Mi orgullo desvaneció el intento.

Todo lo que recuerdo...
Tus inmensos ojos incrédulos,
y tu boca saturada,
de amargos sueños.

Pude decirte...
Que te quiero...
Pero tan sólo, extendí mi mano,
para lanzar al viento un quejido,
que quemaba en mi pecho.

Tú rozaste mi adiós por dentro.
Sin embargo...
Tus ojos fijos, miraban como ausentes,
y tu cuerpo, recibió ese aire indolente.

No podré olvidar,
la última imagen que me dejaste,
cuando yo partía,
sin saber, si volvería a verte...

Autora: Julia Francisco.

Barcelona, 10 de Julio de 1981

lunes, 29 de enero de 2018

TODO ESTA LLENO DE TI (a mi alma gemela)

Todos los rincones de mi casa, están llenos de ti…
Moras en ellos, aún sin haber estado aquí…

Y es que yo, te siento en todas partes…
Se trasluce tu figura, a través de las puertas…
Tu sonrisa perfumada, inunda mis sentidos…
Tu forma difusa, me llena de curiosidad…

Todos los rincones de mi casa, están llenos de ti…
Moras en ellos, aún sin haber estado aquí…

Imagino tu rostro dorado, a través de los cristales…
Soñé tu mirada, en cada trozo de mi cuarto…
Tu fantasía, está escrita en el aire...
Tu caminar, tiene la gracia de un ángel…

Todos los rincones de mi casa, están llenos de ti…
Moras en ellos, aún sin haber estado aquí…

Recibo tu calor, anegado en las sábanas…
Te sueño en mi mundo, enlazados de las manos…
Amor soñado, amor soñado, regresa pronto a mí…
Sin ti me siento sola, me estoy muriendo de pena…
¿A qué lugar te han enviado? Regresa a mí…

Todos los rincones de mi casa, están llenos de ti....
Moras en ellos, aún sin haber estado aquí.....

Amor mío… ¿Dónde te has metido?
Eres como un rubí, clavado en mi corazón…
Mi alma te reclama, compañero del alma…
Me siento como un barco a la deriva sin ti…

Todos los rincones de mi casa, están llenos de ti....
Moras en ellos, aún sin haber estado aquí.....

Autora: Julia Francisco.

Barcelona, 22 de marzo de 1979

lunes, 8 de enero de 2018

SOLA Y PERDIDA EN EL ESPACIO (a mi alma gemela)

Mi cabeza estalla…
Asciende humo al cielo…
El aire se condensa, se espesa…

A mi derecha,
mi mejor autor me acompaña, P. Neruda.
Un leve sonido de campanillas…
Mis labios torturan un lápiz sin desmayo.

¿Es justo o injusto?
Es tan sólo un beso perdido en el espacio…
Y los ojos tristes de un mirar de gato.
Y es que… Ayer te vi sereno…
Hoy vi el viento, que pasaba, me agarraba,
con mano ensangrentada.

Yo vengo de otros ríos, de otros mares…
Yo vengo de otras manos, de otros cantos…
Y ahora estoy aquí, sola y perdida en el espacio,
sin embargo,
llevo conmigo el murmullo de las algas,
el sentir de las amapolas,
el vuelo de las mariposas,
y el olor del pensamiento.

Llevo amarrado a mi vientre, todo lo que me trajo el viento.
Y con el viento viniste tú, por que eras tú, lo que yo añoraba.

Con golpes suaves,
en una noche atormentada,
encendiste mi alma.

Un espacio... ¿Te apagarás tú?
No hay respuesta…
El silencio no habla...


Entonces… Te vi llorando...
Estabas maltratado… Quejumbroso… Estructurado...
De pronto… Te vestiste de blanco…
Dijiste adiós al espacio… A lo eterno… A lo inviolable.
Tomaste forma de viento… Y rozaste mis labios…

Un silencio… Tiemblan mis manos...
Si vienes de lo eterno… De la nada… Y me hablas…
Cuando te vayas, el silencio hablará por ti,
ave nocturna, tal vez pasajera, tal vez nada...

¡Avísame!
Estaré en vela…
Para estar despejada, cuando pases.

Quiero sentir que llegas, con tu ala rota…
Y un graznido de pena...
Pero... No quiero que pienses,
que yo represento las cadenas de tu cárcel...
Aunque tú caminar rápido, sea como una condena...
Curaré tu ala herida…
Y te enviaré al seno de la esperanza.

Has de ver, que si no pensara así,
el espacio se me haría corto,
el contacto inmundo, y el aire irrespirable.

Amor mío...
¿Qué haces despierto en la cama?
Ya es de día...
Comienza a despuntar el Alba...
La luz se enciende y se apaga...
Su tenue resplandor, alumbra a mis espaldas.

El aire se espesa, mi cabeza estalla...
Entre mis manos escondo mi alma…
Para poder despertar...Despertar en un mañana...


Autora: Julia Francisco.

Barcelona, 12 de Mayo de 1982

lunes, 11 de diciembre de 2017

IMAGEN QUERIDA (a mi alma gemela)

Hace tiempo… ¡tanto tiempo!
desde entonces hasta ahora,
fui dibujando en mi mente,
rasgo a rasgo tu figura...
Nunca la vi clara, siempre confusa.

Sin embargo,
ahora veo,
mi alma reflejada en la tuya.
Es gemela,
pero todavía no es segura.
Mi impresión es de ti:
transparencia de agua cristalina y pura.

¿Cómo transcender lo que siento?
si de mis labios,
apenas pueden brotar palabras,
palabras que encierren en sí,
la grandeza de este sentimiento.

Evoco la textura de tus labios.
Navego en la profundidad de tus ojos.
Me siento en unión con tu espíritu.
Veo a grandes rasgos,
 tu inmensidad,
 de acumular sabiduría.

Tienes la capacidad,
de comprender, cada ser,
cada criatura, cada vida...
De transmitir todo lo que edifica.
La capacidad de dar,
y a la vez sentir vacío.
Volver a luchar... y otra vez,
el hueco volver a llenar de amor...

Ahuyentas las sombras con tu luz...
¿Y quieres saber qué se siente?
No eres consciente de lo que eres...
Quieres llenarte... y sentir qué quitas.
Sumergirte en lo profundo.
Buscar en la raíz de las cosas.

Un para qué, para cada instante,
si no lo hallas...tú lo buscas,
aunque no sea exacto,
¡no importa!
En ello se te va la vida,
la satisfacción de tu propio espíritu.

Así estás logrando,
día a día, tu propio mundo.
Un mundo profundo,
lleno de amor y de vida.

Quisieras decir: estoy aquí,
y desear protegerte...
Necesidad de atraer las miradas,
y de seguir en el secreto.
Vacilar en el aire.
Sentir profundo desconcierto.

Por la trayectoria de mis palabras,
¿Puedes deducir lo que encierran en sí?
Puedo decir que lo intenté...
Que lo intento día a día,
poder transmitir, un pedazo de mí,
penetrarlo en un trozo de papel,
 y darle vida.

 

 

Autora: Julia Francisco

Barcelona, 03 de mayo de 1977



jueves, 7 de diciembre de 2017

SUEÑO DE AMOR (a mi alma gemela)

¡Que confuso!
No acierto a ver...
Veo, pero no veo...
Todo es gris...
Es opaco...

Es denso como la niebla...
Suave como el algodón...
Acaricia mi piel...
Envuelve mi cuerpo…

Me siento, semidesnuda,
temblorosa, avergonzada...

La bruma, forma dos labios...
Que sonríen y soplan...
Me envuelve su cálido aire...

Algodones se juntan...
Forman un trono blanquecino,
de blanda textura...

Dos manos joviales,
moldean el lecho...
Luego me empujan suavemente...
Inclinan mi cuerpo...
Me sumerjo con dulzura infinita...

A mi lado están...
Esos labios, esas manos...
Me colman de caricias...

Algodones se juntan...
Forman tu cuerpo desnudo a mi lado...

Esas manos, esos labios...
Pertenecen a ti...
A ellos les veo claramente...
A ti confuso...

¡Pero te siento!  ¡Eres mío!

Yo te susurro:
¡Besa mis labios! ¡Besa mis besos!
¡Acaricia mis manos, acaricia todo mi cuerpo!
¡Lléname de vida!
¡Hoy quiero sentir y hacerte sentir!

Sumerge mi cuerpo,
en tu cuerpo...
Hazlo de algodón,
como de algodón es el tuyo...

Mi mano enlaza la tuya...
Tu mano enlaza la mía...

Juntos con fuerza...
Envolvimos el algodón en bruma...
Todo se transformó en niebla pura...

Pero en tu alma y en la mía quedó:
Los algodones, las manos, los labios y los cuerpos entrelazados…


Autora: Julia Francisco

Barcelona, 03 de mayo de 1977

viernes, 24 de noviembre de 2017

SAN JUAN

Era una noche cálida de verano,
Estremecedoramente hermosa,
a pesar de un viento rebelde,
azotando las hogueras luminosas.
Todo resplandecía a la luz de las farolas,
encendidas por calles y plazas…

Por todas partes sonaban las trompetas…
Estallaban en colores los cohetes…
Las bengalas agitadas al viento,
expandían chispas doradas,
dando un tono fantasioso a la noche de San Juan…

El bullicioso ruido de la multitud alocada,
se esparcía en la noche estrellada…
Unos corrían en estampida,
otros paseaban con lentitud,
algunos… recostados sobre el césped,
con el semblante fijo en el firmamento…
La noche se había vestido de gala,
para una fecha tan señalada…

Esta bendita locura, contemplaban mis ojos, desde mi ventana…
Mientras mis brazos mecían, un bebé dormido y plácido…
Diríase… que mi semblante reflejaba desdicha,
por no ser uno más en la algarabía…
Sin embargo, es mentira…
Contemplaba dichosa, el rostro del pequeño,
con dulzura exquisita e infinita…
Sentía… que también yo… a mi manera,
vivía la gloriosa noche de verbena de ¡San Juan!


Autora: Julia Francisco

Barcelona 24 de junio de 1978

jueves, 9 de noviembre de 2017

FANTASMA DE SOLEDAD HECHICERA (a mi alma gemela)

Como una esponja, de lágrimas empapada…
Como un feto adherido a un rincón…
Permanecí horas y horas, días y noches…

Así soñé… Te soñé entre mis brazos...
Sueños tiernos de amor, de luz y de sombras…

Un extraño…
Un extraño llamó a mi puerta…
Gemí…
Gemí pensando en tus ojos de plata…
Sentí cerca tus  besos…
Sentí cerca tus labios de rubí
quemando los míos…
Ardían mil lenguas de fuego…
Mi corazón, abrasaba mi pecho...
Unos latigazos, azotaban mis entrañas…
Me sentí, perdida entre tus brazos…

Un fantasma iluminó las tinieblas…
La soledad tiritaba de frío a mi lado…
Seguí pensando en tus caricias…
Una oleada de frío heló mi alma…
¿Qué desconocidos temores me rodean?
         ¡Qué noche tan oscura!

Más… Te seguía sintiendo cerca…
Del techo colgaban negras arañas…
Te esperé hasta el amanecer…
… Amanecí contigo…

Una espada de luz lastimó mis ojos…

Extendí mis brazos y mis manos
para recorrer el viento…
Trazando suaves caricias…
Alcanzando tu cabello dorado…
Tus labios rojos, tú barbilla delicada…
Tus grandes ojos de plata…
De pronto ya no estabas…
Eras viento…
Eras agua…
Eras el producto de mis fantasmas…

¡Amor mío¡
Yo te necesitaba…
Amor…
Ya no vuelvas a visitar…
Ya no vuelvas así a mi casa…

Deja que llore…
Deja entrar la soledad en mi alma…
Déjame en un rincón de sombras…
De esponjas… De estrellas…
Deja que abrace las paredes de mi alma…
Déjame sola…
Sola… en mi soledad hechicera.


Autora: Julia Francisco.

12 de Mayo de 1979

lunes, 23 de octubre de 2017

EL CONFÍN (a mi alma gemela)

Estaba en el confín negro,
rodeada de sombras y de silencio.

De pronto se me vino encima un cielo,
todo entero, de color ambarino y fuego.
Su manto de amor, me cubrió de ternura.

Una leve brisa ondeaba mis cabellos.
Añoraba tus caricias, añoraba tus besos.
Un oleaje de tristeza se clavó en mi pecho.

Sentí que mi alma se escapaba,
vagaba, navegaba…
… sobrepasaba el término,
en un más allá del límite,
para encontrarme contigo amor,
y poder contemplar tu rostro dorado...

Donde el viento y la espuma luchando,
en coléricas oleadas de beso,
beso a beso... mil besos,
miles de besos por las rocas,
esparcidos, como un jardín de terciopelo.

Mi imaginación, dibujaba nuestros cuerpos,
mirando... mirando a las estrellas, se estrelló,
se estrelló allí de pronto mi pensamiento.
Te siento en mi corazón y te veo a lo lejos.
Eres un lucero, un ángel que me cuida,
eres el Carro de siete estrellas.

Mil bocetos...
Bocetos de un pensamiento loco;
Porque mi alma, aún después del lindero,
tiene vida y tienen fuerza los pensamientos…

Autora: Julia Francisco

Barcelona 25 de agosto de 1978

lunes, 16 de octubre de 2017

¿RECUERDAS NIÑA?

Todo un despertar de fatalidades…
Tus senos se apretaban en tu pecho,
tus brazos cruzados a la cintura,
notaban temblar todo tu cuerpo,
anegado de vergüenza y despecho.

Mil dedos retorcidos te señalaban,
ecos de voces murmuraban,
frías miradas te clavaban,
desnudando tu cuerpo,
mancillando tu alma.

¿Recuerdas niña?
El páramo de tus tempestades,
donde yacías largas horas,
entre espasmos de sombras,
y convulsiones de espanto.

Dos lágrimas de luz que parpadeaban,
en ese inmenso océano de tristeza.
Tú corazón palpitante,
saturado de injusticias.

Sí, lo recuerdo…
Por eso dejaba mi alma,
en un rincón de mi cuarto,
allí… abandonada,
Y el corazón,
colgado del perchero, en la entrada.
Eran prendas innecesarias,
despojos, en éste mundo de materia.

Niña... Niña... Niña mía...
Ahora luces un vestido nuevo.
Te has desconectado.
¿Eres feliz?
No. Me siento perdida sin ti…

Autora: Julia Francisco

25 de Marzo de 1988

viernes, 8 de septiembre de 2017

PAZ EN EL ALMA (a mi alma gemela)

No tengo prisa…
Hoy la noche está callada…
No chirrían los grillos…
No zumban las hojas…
No canta el aire en mi ventana…
Las estrellas bailan en silencio a lo lejos…
Soy consciente de una infinita calma…

Una idolatrada espera,
se encadena a mis venas…
Fluyen aromas por mi garganta…
Las horas no pasan…
Me siento dulce y almidonada…
El aire es denso, como una nubecilla blanca…

Tu rostro está apagado, denota ausencia...
Tus lágrimas cotidianas son pequeñas gotas,
que llegan a mí… heladas…
Como el primer día que escuché tu llanto…

No tengo prisa…
Para qué…
Si nada pasa…
Soy consciente de una infinita calma...
Es como una leve caricia que me roza el alma…

Una loca sensación de ternura me embriaga…
Mi cuerpo flota entre espuma blanca…
¡Qué paz… tan profunda me atrapa!

Estoy contigo…
Tu dulzura me abraza…
Amor mío…
¿Qué haces despierto en mi cama?

Autora: Julia Francisco
14 de octubre de 1975


lunes, 2 de diciembre de 2013

PÉRDIDA DE INOCENCIA

En la noche portadora de fantasía,
yacía en mis brazos, el cuerpecillo inocente,
de un niño, dulcemente dormido.
Mientras acariciaba sus rizos dorados,
me invadía, una felicidad maravillosa.
¡Qué ternura más sutil envolvía sueño!
Porque después de aquella noche,
no quisiera recibir el día,
pues mi alma, se reconfortaba,
por portar en mí regazo,
la inocencia, de tan hermosa criatura…

Con el amanecer, llegó mi despertar.
Con el despertar, el final de mi sueño feliz.
Salté de la cama indecisa…
Todavía quedaba sabor a fresa,
Y en mi mente permanecía, una leve imagen, diminuta…
Difuminada, por la claridad del día.

Anhelante… me pasaba largas horas, tediosas,
en espera de la noche quieta, y la oscuridad profunda.

Al fin… apagué la luz, y llegó mi añorado deseo…
Profundamente dormida…
Conecté de nuevo con mi sueño…

De pronto…
Vi como todo había cambiado…
Llegaba a mí, la visión, de la otra cara del niño.
Que ya sin ser niño era hombre,
y como hombre habló conmigo.
¡No temas! Me dijo:
Mi dulzura, está escondida en mí.
La ternura, la perdí con el último llanto.
Pero soy aquel niño, que ayer meciste en tus brazos.
Pasaron tantos años, que mi inocencia,
se fue borrando poco a poco, con el tiempo…
Al igual que tu sueño,
se fue difuminando durante el día.
Y no porque yo quisiera…
Es porque de la noche al día…
¡Hay tanta diferencia!

¡Te quise como niño!
Con tu dulce inocencia…
¡Eras tan ingenuo!
Tan transparente para mi…
Pero ahora…
me cuesta admitirte malicioso,
endurecido por el tiempo,
altivo y presuntuoso.

Las experiencias te han cambiado…
Te has vuelto desconfiado, arisco y perverso.
Llenas mi vida de recelo.
Colmas mi sueño de rechazo.
Por eso prefiero al niño, Inocente como la seda…
Sin mancha… Ni marca del sendero de la vida.

Dime al menos…
Que lo que aprendiste te sirvió de algo…
O tal vez… No aprendiste nada.
Sea como fuere, deja al menos,
que tu niño interior salga,
y diviértete con él…

Bendigo la hora,
en que la luz del amanecer,
penetre por los cristales de mi cuarto,
regando mis ojos,

Autora: Julia Francisco
Barcelona 22 de agosto de 1978


domingo, 17 de noviembre de 2013

NO LLORES AMOR

No llores amor… Ya no llores más… No puedo verte sufrir así.
Coge mi mano… Apriétala fuertemente… Te voy a llevar conmigo.
Te llevaré lejos… Muy lejos de aquí…

Sécate esas lágrimas que resbalan por tu rostro…
Que allí a donde vamos, no existe el llanto…
La tristeza murió hace mucho tiempo.
Eleva tu mirada al cielo…
Allí en lo alto, te espera una estrella.

Ven… Vamos a volar juntos…
Cógete a mí con fuerza,
que yo te salvaré de este tormento.
Cuando llegues, no te olvides de decir:
buenos días libertad… Amor, te quiero.
Tú sabes que serás libre, como libre es el pensamiento.
Y así te amaré yo: sin trabas, sin promesas, sin dolor,
sin nada que puedas decir… ¡Lo siento!

Bello amor…
Tu manto blanco… hace rizos en el aire…
La brisa nos da de cara… en este vuelo nocturno…
Tengo miedo… de que una fuerte ráfaga,
te arranque tu corona de flores blancas,
presas de tu cabello corto y oscuro.
Por eso te pido: deposítala en mi mano…
Yo la guardaré en la gruta del tesoro…
Por guardia pondré a dos leones feroces…
No tengas cuidado… Nada ni nadie te hará daño.

Amado mío…
A pesar del viento…
Tú… con tus piececillos descalzos,
sigues marcando la arena a mi lado…
Tus huellas… el agua las va borrando…
¡No temas querido mío…!
Pues cuando volvamos,
no tomaremos el mismo camino.


Ven… Acércate…
Recuesta tu cabeza en mi pecho…
Entrégame tu vestidura blanca…
También la guardaré en la gruta del tesoro.

Pequeño mío…
Acabas de ser poseído…
Por fin…
Acabo de arrancarte tu primera sonrisa.
Amado…
tu cuerpo menudo… cincelado…
desnudo a mi lado, me llena de vida…
Dame tus manos, en ellas depositaré, esta paloma blanca,
ella te cuidará, cuando yo no esté contigo.
Y ahora partiré…
Iré al frente, para prepararte el camino.
Amor mío…
Sígueme…
No descanses hasta encontrarme de nuevo.
Yo te estaré esperando, en nuestra casa dormido.
Cuando llegues, no me despiertes, porque estaré soñando contigo.
Dame tan sólo un beso y métete en la cama conmigo.
Duerme a mi lado…
Cuando yo despierte, por la mañana,
amaré tu cuerpo desnudo.
Tú sonreirás de nuevo y yo pensaré,
que todos los días de mi vida has estado conmigo.


Autora: Julia Francisco
Barcelona 12 de marzo de 1978