No llores amor… Ya no llores
más… No puedo verte sufrir así.
Coge mi mano… Apriétala
fuertemente… Te voy a llevar conmigo.
Te llevaré lejos… Muy lejos
de aquí…
Sécate esas lágrimas que
resbalan por tu rostro…
Que allí a donde vamos, no existe
el llanto…
La tristeza murió hace mucho
tiempo.
Eleva tu mirada al cielo…
Allí en lo alto, te espera
una estrella.
Ven… Vamos a volar juntos…
Cógete a mí con fuerza,
que yo te salvaré de este
tormento.
Cuando llegues, no te olvides
de decir:
buenos días libertad… Amor,
te quiero.
Tú sabes que serás libre,
como libre es el pensamiento.
Y así te amaré yo: sin
trabas, sin promesas, sin dolor,
sin nada que puedas decir…
¡Lo siento!
Bello amor…
Tu manto blanco… hace rizos
en el aire…
La brisa nos da de cara… en
este vuelo nocturno…
Tengo miedo… de que una
fuerte ráfaga,
te arranque tu corona de
flores blancas,
presas de tu cabello corto y
oscuro.
Por eso te pido: deposítala
en mi mano…
Yo la guardaré en la gruta
del tesoro…
Por guardia pondré a dos leones
feroces…
No tengas cuidado… Nada ni
nadie te hará daño.
Amado mío…
A pesar del viento…
Tú… con tus piececillos
descalzos,
sigues marcando la arena a mi
lado…
Tus huellas… el agua las va
borrando…
¡No temas querido mío…!
Pues cuando volvamos,
no tomaremos el mismo camino.
Ven… Acércate…
Recuesta tu cabeza en mi
pecho…
Entrégame tu vestidura
blanca…
También la guardaré en la
gruta del tesoro.
Pequeño mío…
Acabas de ser poseído…
Por fin…
Acabo de arrancarte tu
primera sonrisa.
Amado…
tu cuerpo menudo… cincelado…
desnudo a mi lado, me llena
de vida…
Dame tus manos, en ellas
depositaré, esta paloma blanca,
ella te cuidará, cuando yo no
esté contigo.
Y ahora partiré…
Iré al frente, para
prepararte el camino.
Amor mío…
Sígueme…
No descanses hasta
encontrarme de nuevo.
Yo te estaré esperando, en
nuestra casa dormido.
Cuando llegues, no me
despiertes, porque estaré soñando contigo.
Dame tan sólo un beso y
métete en la cama conmigo.
Duerme a mi lado…
Cuando yo despierte, por la
mañana,
amaré tu cuerpo desnudo.
Tú sonreirás de nuevo y yo
pensaré,
que todos los días de mi vida
has estado conmigo.
Autora: Julia Francisco
Barcelona 12 de marzo de 1978