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lunes, 19 de noviembre de 2018

OSCURIDAD

La luz que encendiste para mí,
el viento la ha apagado.
Ese brillo que me diste,
se volvió gris, opaco…

Quisiera tener un resplandor de esperanza.

Quisiera encontrar, yo sola,
 el camino hacia mi verdad.
Quisiera descubrir lo que hay
en mi interior.
Llegar a mi esencia de luz.

Quisiera tener un resplandor de esperanza.

Quisiera vivir de lo que yo sueño.
Soñar…no despertar jamás…
Me asusto como una niña…
A veces no quiero vivir más…


Autora: Julia Francisco
14 de noviembre de 1975





jueves, 10 de mayo de 2018

VIEJA Y OXIDADA

Me estoy volviendo,
como una máquina,
vieja y oxidada.

Una y mil veces,
abrí mis puertas,
a la esperanza,
adornando la entrada,
con jazmines y rosas blancas,
para que tú pasaras.

¿Cuántas veces me mordiste?
¡Oh callada, traicionera,
víbora de afilada espada!
Después me diste la espalda.

Cubierta de sombras,
vas rondando todas las casas…     
Y… a la aurora,
amanecen las puertas cerradas.

Me siento como una máquina callada.
Vieja y oxidada.
Y es que no me dejan,
no quieren que diga nada.

Estúpida máquina...
Ahora yaces desvencijada...


Autora: Julia Francisco.
Ourense, 25 de agosto de 1974




lunes, 8 de enero de 2018

SOLA Y PERDIDA EN EL ESPACIO (a mi alma gemela)

Mi cabeza estalla…
Asciende humo al cielo…
El aire se condensa, se espesa…

A mi derecha,
mi mejor autor me acompaña, P. Neruda.
Un leve sonido de campanillas…
Mis labios torturan un lápiz sin desmayo.

¿Es justo o injusto?
Es tan sólo un beso perdido en el espacio…
Y los ojos tristes de un mirar de gato.
Y es que… Ayer te vi sereno…
Hoy vi el viento, que pasaba, me agarraba,
con mano ensangrentada.

Yo vengo de otros ríos, de otros mares…
Yo vengo de otras manos, de otros cantos…
Y ahora estoy aquí, sola y perdida en el espacio,
sin embargo,
llevo conmigo el murmullo de las algas,
el sentir de las amapolas,
el vuelo de las mariposas,
y el olor del pensamiento.

Llevo amarrado a mi vientre, todo lo que me trajo el viento.
Y con el viento viniste tú, por que eras tú, lo que yo añoraba.

Con golpes suaves,
en una noche atormentada,
encendiste mi alma.

Un espacio... ¿Te apagarás tú?
No hay respuesta…
El silencio no habla...


Entonces… Te vi llorando...
Estabas maltratado… Quejumbroso… Estructurado...
De pronto… Te vestiste de blanco…
Dijiste adiós al espacio… A lo eterno… A lo inviolable.
Tomaste forma de viento… Y rozaste mis labios…

Un silencio… Tiemblan mis manos...
Si vienes de lo eterno… De la nada… Y me hablas…
Cuando te vayas, el silencio hablará por ti,
ave nocturna, tal vez pasajera, tal vez nada...

¡Avísame!
Estaré en vela…
Para estar despejada, cuando pases.

Quiero sentir que llegas, con tu ala rota…
Y un graznido de pena...
Pero... No quiero que pienses,
que yo represento las cadenas de tu cárcel...
Aunque tú caminar rápido, sea como una condena...
Curaré tu ala herida…
Y te enviaré al seno de la esperanza.

Has de ver, que si no pensara así,
el espacio se me haría corto,
el contacto inmundo, y el aire irrespirable.

Amor mío...
¿Qué haces despierto en la cama?
Ya es de día...
Comienza a despuntar el Alba...
La luz se enciende y se apaga...
Su tenue resplandor, alumbra a mis espaldas.

El aire se espesa, mi cabeza estalla...
Entre mis manos escondo mi alma…
Para poder despertar...Despertar en un mañana...


Autora: Julia Francisco.

Barcelona, 12 de Mayo de 1982

sábado, 6 de enero de 2018

ALMA DESNUDA

Vi como mi mente navegaba,
por parajes insólitos,
en pos de la hilera de humo que desprendía,
un cigarrillo encendido.

Aquellos borbotones que ascendían a lo infinito,
deshaciéndose en la nada,
bajo un cielo tenebroso y deshilachado.

Mi mente regresó a mis manos,
que en ese instante,
no contenían nada.
De pronto… en la palma se dibujó,
un pequeño lago cristalino,
de orillas pegajosas,
apuntando,
hacia un futuro,
plasmado en las tinieblas.

Un ser que a veces aterriza,
con alas negras,
jugando a desdibujar figuras.

En esa triste hora,
el tiempo se para…
Un aliento ácido me ahoga,
me quema la garganta.

Entonces,
las sombras se visten de raso,
para agasajar el alma desnuda...


Autora: Julia Francisco.

Barcelona, 14 octubre de 1980

martes, 5 de diciembre de 2017

TEZ MORENA

Tez morena… cubierta de polvo,
ennegrecida por la mugre que recoge día a día,
llena de sudores y de fatiga…
Tu piel está marcada, arrugada, envejecida…
Cada surco de tu cara, parece contar una historia…
Una historia larga y triste, que nadie puede saber.

Me envuelve tu manto… respiro de tu aire,
pero no dejo que me envuelva tu mugre…
Me hace sentirme triste…
Yo me rebelo contra esa tristeza...

Miro tus paredes semidesnudas…
Pintadas con colores pálidos, añejos…
Todo carcomido por el tiempo…
También por tu casa pasan los años,
dejando huellas inscritas, igual que en tu rostro…

Me acerco a mi ventana… Inspiro profundamente,
para saciarme de aire, más puro… más limpio…
Se atenúa el palpitar de mi corazón…
Cada poro de mi piel, pide más vida… más vida…

Todo el mundo atareado…
Nada parece importarles… Están acostumbrados…
Sin embargo, yo me siento confusa, perdida…
fuera de lugar, sin poder admitir, que esta es mi vida…
Mañana, casi estaré acostumbrada…
Al día siguiente, me sentiré como pez en el agua…
pero ahora… me siento tan desolada…
y a la vez…  tan avergonzada…
por sentirme tan extraña en este lugar…
donde cada hormiga, cultiva con gran afán…
y sin más orgullo, que llenar su pequeño, pero gran agujero...


Autora: Julia Francisco

15/08/77