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miércoles, 1 de mayo de 2019

EL CONFÍN (a mi alma gemela)


Estaba en el confín negro,
rodeada de sombras y de silencio…

De pronto se me vino encima un cielo,
todo entero, de color ambarino y fuego.
Su manto de amor, me cubrió de ternura…

Una leve brisa ondeaba mis cabellos.
Añoraba tus caricias, añoraba tus besos.
Un oleaje de tristeza se clavó en mi pecho…

Sentí que mi alma se escapaba,
navegaba por el cielo infinito…
… sobrepasaba el término,
en un más allá del límite,
para encontrarme contigo amor,
y poder contemplar tu rostro dorado...

El viento y la espuma luchando,
en coléricas oleadas de besos…
mil besos por las rocas…
… besos esparcidos,
sobre un jardín de terciopelo…

Mi imaginación, dibujaba nuestros cuerpos…
mirando... mirando a las estrellas, se estrelló,
se estrelló allí de pronto mi pensamiento.
Te siento en mi corazón y te veo a lo lejos.
Eres un lucero, un ángel que me cuida,
eres el Carro de siete estrellas.

Mil bocetos...
Bocetos de un pensamiento loco;
Porque mi alma, aún después del lindero,
tiene vida y tienen fuerza los pensamientos…

Autora: Julia Francisco
Barcelona 25 de agosto de 1978

miércoles, 26 de septiembre de 2018

TRISTE REALIDAD

Cuántas veces paseaba mi espíritu,
bajo el candor de las estrellas,
por caminos dorados,
bailando al son de una espiga.

Cuántas veces me transporté,
en mis barcos de cristal,
por un mar de sombras,
llenándolo todo, como una ilusa.

Cuántas veces remonté los cielos,
para llegar a otros mundos,
encendiendo la llama de lo irreal,
llenando todos mis huecos,
de mi soledad interna.

Cuántas veces detuve el tiempo,
en los horizontes de mi dicha,
para acechar a los sueños,
tras mi pórtico de fantasía.

Y andaban los días
acompañándose,
y me miraban las horas
con desafío.

¡Maldito tiempo!
Que arribas a mi puerto
descalzo y frío.

Tú, con tus engaños lisonjeros,
te disfrazas de saber,
para derribar quimeras,
cuando yo los llamo sueños.

Años y años persiguiéndose,
para enseñarme la verdad,
cruda y punzante,
como un témpano de hielo.

Ahora,
¿Qué te queda por enseñarme?
Con tu pútrida realidad,
destrozaste mi ensueño,
y clavas día a día,
estiletes en mi alma herida,
cubriéndolo todo de indiferencia.

Llenas cada momento,
de circunstancias sucias,
rostros desengañados,
saturados de desconfianza.

así eres tú...
impersonal como todas las cosas...


Autora: Julia Francisco.
29 de Marzo de 1975


jueves, 10 de mayo de 2018

VIEJA Y OXIDADA

Me estoy volviendo,
como una máquina,
vieja y oxidada.

Una y mil veces,
abrí mis puertas,
a la esperanza,
adornando la entrada,
con jazmines y rosas blancas,
para que tú pasaras.

¿Cuántas veces me mordiste?
¡Oh callada, traicionera,
víbora de afilada espada!
Después me diste la espalda.

Cubierta de sombras,
vas rondando todas las casas…     
Y… a la aurora,
amanecen las puertas cerradas.

Me siento como una máquina callada.
Vieja y oxidada.
Y es que no me dejan,
no quieren que diga nada.

Estúpida máquina...
Ahora yaces desvencijada...


Autora: Julia Francisco.
Ourense, 25 de agosto de 1974




lunes, 19 de febrero de 2018

CON MIRADA CÁLIDA (a mi alma gemela)

Con mirada cálida,
suplicabas un grito de esperanza,
anegado en tu soledad interna.

Un brillo helado traspasó tu rostro,
convirtiendo tus facciones,
en cera estatuaria,
y algo en mí,
se desgarró por dentro.

Quise llorar...
Ni una lágrima,
resbaló por mi rostro.

Quise quedarme...
Mi orgullo desvaneció el intento.

Todo lo que recuerdo...
Tus inmensos ojos incrédulos,
y tu boca saturada,
de amargos sueños.

Pude decirte...
Que te quiero...
Pero tan sólo, extendí mi mano,
para lanzar al viento un quejido,
que quemaba en mi pecho.

Tú rozaste mi adiós por dentro.
Sin embargo...
Tus ojos fijos, miraban como ausentes,
y tu cuerpo, recibió ese aire indolente.

No podré olvidar,
la última imagen que me dejaste,
cuando yo partía,
sin saber, si volvería a verte...

Autora: Julia Francisco.

Barcelona, 10 de Julio de 1981

lunes, 8 de enero de 2018

SOLA Y PERDIDA EN EL ESPACIO (a mi alma gemela)

Mi cabeza estalla…
Asciende humo al cielo…
El aire se condensa, se espesa…

A mi derecha,
mi mejor autor me acompaña, P. Neruda.
Un leve sonido de campanillas…
Mis labios torturan un lápiz sin desmayo.

¿Es justo o injusto?
Es tan sólo un beso perdido en el espacio…
Y los ojos tristes de un mirar de gato.
Y es que… Ayer te vi sereno…
Hoy vi el viento, que pasaba, me agarraba,
con mano ensangrentada.

Yo vengo de otros ríos, de otros mares…
Yo vengo de otras manos, de otros cantos…
Y ahora estoy aquí, sola y perdida en el espacio,
sin embargo,
llevo conmigo el murmullo de las algas,
el sentir de las amapolas,
el vuelo de las mariposas,
y el olor del pensamiento.

Llevo amarrado a mi vientre, todo lo que me trajo el viento.
Y con el viento viniste tú, por que eras tú, lo que yo añoraba.

Con golpes suaves,
en una noche atormentada,
encendiste mi alma.

Un espacio... ¿Te apagarás tú?
No hay respuesta…
El silencio no habla...


Entonces… Te vi llorando...
Estabas maltratado… Quejumbroso… Estructurado...
De pronto… Te vestiste de blanco…
Dijiste adiós al espacio… A lo eterno… A lo inviolable.
Tomaste forma de viento… Y rozaste mis labios…

Un silencio… Tiemblan mis manos...
Si vienes de lo eterno… De la nada… Y me hablas…
Cuando te vayas, el silencio hablará por ti,
ave nocturna, tal vez pasajera, tal vez nada...

¡Avísame!
Estaré en vela…
Para estar despejada, cuando pases.

Quiero sentir que llegas, con tu ala rota…
Y un graznido de pena...
Pero... No quiero que pienses,
que yo represento las cadenas de tu cárcel...
Aunque tú caminar rápido, sea como una condena...
Curaré tu ala herida…
Y te enviaré al seno de la esperanza.

Has de ver, que si no pensara así,
el espacio se me haría corto,
el contacto inmundo, y el aire irrespirable.

Amor mío...
¿Qué haces despierto en la cama?
Ya es de día...
Comienza a despuntar el Alba...
La luz se enciende y se apaga...
Su tenue resplandor, alumbra a mis espaldas.

El aire se espesa, mi cabeza estalla...
Entre mis manos escondo mi alma…
Para poder despertar...Despertar en un mañana...


Autora: Julia Francisco.

Barcelona, 12 de Mayo de 1982

sábado, 6 de enero de 2018

ALMA DESNUDA

Vi como mi mente navegaba,
por parajes insólitos,
en pos de la hilera de humo que desprendía,
un cigarrillo encendido.

Aquellos borbotones que ascendían a lo infinito,
deshaciéndose en la nada,
bajo un cielo tenebroso y deshilachado.

Mi mente regresó a mis manos,
que en ese instante,
no contenían nada.
De pronto… en la palma se dibujó,
un pequeño lago cristalino,
de orillas pegajosas,
apuntando,
hacia un futuro,
plasmado en las tinieblas.

Un ser que a veces aterriza,
con alas negras,
jugando a desdibujar figuras.

En esa triste hora,
el tiempo se para…
Un aliento ácido me ahoga,
me quema la garganta.

Entonces,
las sombras se visten de raso,
para agasajar el alma desnuda...


Autora: Julia Francisco.

Barcelona, 14 octubre de 1980