Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta pena. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta pena. Mostrar todas las entradas

miércoles, 1 de mayo de 2019

EL CONFÍN (a mi alma gemela)


Estaba en el confín negro,
rodeada de sombras y de silencio…

De pronto se me vino encima un cielo,
todo entero, de color ambarino y fuego.
Su manto de amor, me cubrió de ternura…

Una leve brisa ondeaba mis cabellos.
Añoraba tus caricias, añoraba tus besos.
Un oleaje de tristeza se clavó en mi pecho…

Sentí que mi alma se escapaba,
navegaba por el cielo infinito…
… sobrepasaba el término,
en un más allá del límite,
para encontrarme contigo amor,
y poder contemplar tu rostro dorado...

El viento y la espuma luchando,
en coléricas oleadas de besos…
mil besos por las rocas…
… besos esparcidos,
sobre un jardín de terciopelo…

Mi imaginación, dibujaba nuestros cuerpos…
mirando... mirando a las estrellas, se estrelló,
se estrelló allí de pronto mi pensamiento.
Te siento en mi corazón y te veo a lo lejos.
Eres un lucero, un ángel que me cuida,
eres el Carro de siete estrellas.

Mil bocetos...
Bocetos de un pensamiento loco;
Porque mi alma, aún después del lindero,
tiene vida y tienen fuerza los pensamientos…

Autora: Julia Francisco
Barcelona 25 de agosto de 1978

OCÉANO (a mi alma gemela)


Una ola escribió tu nombre en las alturas,
Y dibujó tu rostro con inmensa ternura.
Era redonda y luminosa como una espiga…
Sus destellos me cegaron y quedé prendida.

Después de la tormenta, desperté,
en la playa de tus besos y sonrisas...
Al ver el agua yerta en su lecho,
escarbé la arena con mis pechos,
buscando… buscando… tal vez alguna huella…

En las aguas, el viento flotaba…
Un azul transparente me hería las pupilas…
Tu singular perfume de rosa silvestre,
penetraba en mí, como una daga punzante,
envolvía todo mi ser, y me sentía flotar,
como un ángel.

Con la humedad pegada a mis huesos,
no sé... no sé las horas que contemplé,
ese inmenso océano...


Autora: Julia Francisco
20 de Mayo de 1976



jueves, 10 de mayo de 2018

VIEJA Y OXIDADA

Me estoy volviendo,
como una máquina,
vieja y oxidada.

Una y mil veces,
abrí mis puertas,
a la esperanza,
adornando la entrada,
con jazmines y rosas blancas,
para que tú pasaras.

¿Cuántas veces me mordiste?
¡Oh callada, traicionera,
víbora de afilada espada!
Después me diste la espalda.

Cubierta de sombras,
vas rondando todas las casas…     
Y… a la aurora,
amanecen las puertas cerradas.

Me siento como una máquina callada.
Vieja y oxidada.
Y es que no me dejan,
no quieren que diga nada.

Estúpida máquina...
Ahora yaces desvencijada...


Autora: Julia Francisco.
Ourense, 25 de agosto de 1974




lunes, 8 de enero de 2018

SOLA Y PERDIDA EN EL ESPACIO (a mi alma gemela)

Mi cabeza estalla…
Asciende humo al cielo…
El aire se condensa, se espesa…

A mi derecha,
mi mejor autor me acompaña, P. Neruda.
Un leve sonido de campanillas…
Mis labios torturan un lápiz sin desmayo.

¿Es justo o injusto?
Es tan sólo un beso perdido en el espacio…
Y los ojos tristes de un mirar de gato.
Y es que… Ayer te vi sereno…
Hoy vi el viento, que pasaba, me agarraba,
con mano ensangrentada.

Yo vengo de otros ríos, de otros mares…
Yo vengo de otras manos, de otros cantos…
Y ahora estoy aquí, sola y perdida en el espacio,
sin embargo,
llevo conmigo el murmullo de las algas,
el sentir de las amapolas,
el vuelo de las mariposas,
y el olor del pensamiento.

Llevo amarrado a mi vientre, todo lo que me trajo el viento.
Y con el viento viniste tú, por que eras tú, lo que yo añoraba.

Con golpes suaves,
en una noche atormentada,
encendiste mi alma.

Un espacio... ¿Te apagarás tú?
No hay respuesta…
El silencio no habla...


Entonces… Te vi llorando...
Estabas maltratado… Quejumbroso… Estructurado...
De pronto… Te vestiste de blanco…
Dijiste adiós al espacio… A lo eterno… A lo inviolable.
Tomaste forma de viento… Y rozaste mis labios…

Un silencio… Tiemblan mis manos...
Si vienes de lo eterno… De la nada… Y me hablas…
Cuando te vayas, el silencio hablará por ti,
ave nocturna, tal vez pasajera, tal vez nada...

¡Avísame!
Estaré en vela…
Para estar despejada, cuando pases.

Quiero sentir que llegas, con tu ala rota…
Y un graznido de pena...
Pero... No quiero que pienses,
que yo represento las cadenas de tu cárcel...
Aunque tú caminar rápido, sea como una condena...
Curaré tu ala herida…
Y te enviaré al seno de la esperanza.

Has de ver, que si no pensara así,
el espacio se me haría corto,
el contacto inmundo, y el aire irrespirable.

Amor mío...
¿Qué haces despierto en la cama?
Ya es de día...
Comienza a despuntar el Alba...
La luz se enciende y se apaga...
Su tenue resplandor, alumbra a mis espaldas.

El aire se espesa, mi cabeza estalla...
Entre mis manos escondo mi alma…
Para poder despertar...Despertar en un mañana...


Autora: Julia Francisco.

Barcelona, 12 de Mayo de 1982

sábado, 6 de enero de 2018

ALMA DESNUDA

Vi como mi mente navegaba,
por parajes insólitos,
en pos de la hilera de humo que desprendía,
un cigarrillo encendido.

Aquellos borbotones que ascendían a lo infinito,
deshaciéndose en la nada,
bajo un cielo tenebroso y deshilachado.

Mi mente regresó a mis manos,
que en ese instante,
no contenían nada.
De pronto… en la palma se dibujó,
un pequeño lago cristalino,
de orillas pegajosas,
apuntando,
hacia un futuro,
plasmado en las tinieblas.

Un ser que a veces aterriza,
con alas negras,
jugando a desdibujar figuras.

En esa triste hora,
el tiempo se para…
Un aliento ácido me ahoga,
me quema la garganta.

Entonces,
las sombras se visten de raso,
para agasajar el alma desnuda...


Autora: Julia Francisco.

Barcelona, 14 octubre de 1980