Vistas de página en total

martes, 17 de abril de 2018

CANDI

Mamá… ¡Que larga es la distancia!
A pesar de ello, tú estás conmigo.
Yo te recuerdo con insistencia…
Quisiera estar a tu lado, para compensarte.

Mamá… ¡Que valiente has sido!
Tú, con el alma destrozada, me llevaste en tu seno…
Me diste la vida de la nada, me meciste en tus brazos,
velaste mis sueños, sin que nadie velase los tuyos.

Estabas sola en el mundo, con una criatura que alimentar.
Nadie te prestó ayuda, como si hubieras cometido un pecado.
Tú único pecado fue el fracaso…
Eras una rama seca, a punto de caer del árbol…
En vez de vendar y curar tu herida ¿Qué hicieron? ¡Talarla!
Pero tú… con grandeza infinita, demostraste al mundo,
cuán grande es la injusticia… Mamá… con tú vida,
protegiste la mía, de la mala gente, de la mala vida.
Yo te quiero, porque ese deber tengo…
Pero aunque no lo tuviera, yo te querría…
por tu grandeza y tú valentía…

Mamá… por mí renunciaste a todo,
en mi pusiste todo tu anhelo,
todo tu amor, toda tu fuerza… en ello se te fue la vida…
Y ahora, que el tiempo pasó… ¿dime madre mía?
¿Qué sentiste cuando dejé de ser una cría?
Me alejé de tus brazos… Conmigo se te fue la vida…
Pero aún te queda esperanza, de que algún día,
yo vele tus sueños, te proteja,
te haga feliz y te de parte de mi vida…

Mamá… te agradezco inmensamente lo que hiciste,
y quisiera demostrarte lo que siento,
darte lo que nunca has tenido…

Mamá… Estés donde estés, tú estás conmigo…

Autora: Julia Francisco

Barcelona: 10 de enero de 1977